Momentos en los que tan solo quieres desaparecer.
Momentos que hasta lo más natural te duele.
Momentos de angustia, agobio, impotencia...
No tienes ganas de sonreír, ni de salir, solo quieres desaparecer y encontrarte con tu amiga, la soledad...
No es que estés enfadada, ni molesta, no tan siquiera deprimida, simplemente lo necesitas, necesitas aislarte del mundo que tanto daño hace, y pensar, durante un momento que solo existes tú, que tú eres el centro...
Vuelves, clase de mates y tú aún con esa angustia dentro del cuerpo.
No puedes concentrarte, ya pasas..
Ves las puertas, las ves abiertas, pero... ¿de qué sirven si son inalcanzables?
Estás sentada sin poder evadirte y sin poder hacer nada, viendo como tus sueños, tus ilusiones, tus esperanzas, se van por esas puertas y tú, y solo tú, sigues sin hacer nada.
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